Argumentacion

Comenzando con la subida de textos mas "talleristicos"

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“La educación superior no tiene precio. Para todo lo demás...”

“...nunca vuelve aquello que se pierde
y la marea sube y luego baja.
Supe que lo sencillo no es lo necio,
que no hay que confundir valor y precio...”

Joan Manuel Serrat

Como si venir a la facultad no fuese, además de un privilegio y un sacrificio a la vez, hoy en día nos debatimos entre una idea que no hace sino regresarnos en el tiempo, y continuar deteriorando uno de los tres conceptos que la Revolución Francesa nos lego. Igualdad. Relativa, como todo en este mundo. Una igualdad por la que nunca debemos dejar de luchar. Ya lo Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, pero hay los que luchan toda una vida; esos son los indispensables”. Y es en el marco de esta lucha que debemos enfrentarnos al arancelamiento de nuestra facultad y para hacerlo es necesario un plan conciso y dinámico. Los problemas no son pocos, y los detractores de la Universidad Pública no hacen sino señalarlos pero no proponer soluciones desde el marco de la igualdad, sino desde lo que ellos suelen hacer. Reemplazar lo que no funciona por un modelo nuevo. Pero una universidad histórica no puede cambiar, de un día para otro, sus formas. Los problemas que nuestros compañeros señalan son la cantidad exorbitante de alumnos y la falta de presupuesto. Pero eso no se solucionara mediante el pago de cuotas. Ya que estaríamos perdiendo lo que hace de nuestra facultad un ejemplo histórico mundial: su acceso para toda persona que desee aprender. El problema de fondo se resolverá cuando logremos una correcta distribución de los impuestos, una nueva conciencia y la recuperación de valores de solidaridad y compañerismo, nunca con un cierre a las ideas disidentes, a las personas cuyo bolsillo no primara la educación a un plato de comida. Es necesario un replanteamiento, si. ¿Hay que cobrar a los alumnos que quieren estudiar en la UBA? No. Debemos trabajar con ellos, con sus ideas, con sus proyectos y debatir. Si no permitiéramos el acceso a todas las personas quizás el día de mañana hayamos desperdiciado a un gran pensador al que no recibimos con las puertas abiertas, y lo lamentaríamos. Y aún si así no fuera. Todas las opiniones deben ser escuchadas y debatidas ya que el todo complejo de la sociedad será mejor comprendido de ese modo. No dejemos que nos quiten las oportunidades, no nos quedemos quietos, no fomentemos la violencia, sino el diálogo y la salida conjunta. No les demos una excusa para que nos tilden de “desbocados”, planteemos una nueva forma de jugar y ganemos, juntos. La unión hará la fuerza.

Juanjo